lunes, 15 de febrero de 2010

TU SENDA



MUJER: QUE TU ANDAR TE LLEVE POR LA HERMOSA SENDA DEL DESCUBRIRTE DIOSA,
DEL SENTIRTE PLENA, DEL AMARTE INCONDICIONALMENTE, DEL VIVIR HOY Y DEL COMPARTIR LA PAZ, LA LUZ Y EL AMOR CON QUIENES CRUCEN TU SENDA.

"Que la tierra bendiga tu cuerpo, el agua bendiga tu sangre, el aire bendiga tu aliento, el fuego bendiga tu espíritu y el amor te bendiga."

miércoles, 10 de febrero de 2010

LUNA ROJA

Lunita, lunita...que brota de mi ser,
Lunita, lunita...me renuevas también.

Luna Roja, Luna Roja como ofrenda daré,
Luna Roja, Luna Roja sembrando yo lo haré.

**En la Tipi*, en la tipi, con otras me veré,
sentaditas, sentaditas, sembraremos AMOR.

Lunita...
Luna Roja...

De mi vientre, de mi vientre, Diosa floreceré
y cantando y danzando orgullosa lo haré.

Lunita...
Luna Roja...

*En las comunidades ancestrales las mujeres se reúnen para compartir su saber y sentir, soñar e inspirarse.

**Puede reemplazarse según el contexto:
En el árbol, en el árbol con otras me veré...
En el Círculo, en el círculo con otras me veré...

2009

Con la creativa inspiración de Mi Luna

Adriana  Marcela  Sánchez  Otero 

viernes, 5 de febrero de 2010

LA SENDA LUNAR

Te saludo mujer.

Nuestros cuerpos expresan el paso de los ritmos y en sincronía con el universo nuestro ritmo interno se acompasa con el ritmo de nuestra hermosa Luna.

Cada mes durante su etapa fértil toda mujer realiza una ofrenda a la tierra al derramar sobre ésta su luna roja, su menstruación. Por décadas, por siglos, a la mujer se le han endilgado cosas terribles, incluso relacionadas con aspectos fisiológicos como la menstruación y la menopausia y se ha escondido y repudiado el valor de la menstruación. Muchas mujeres han sufrido y sufren por esto.

En la antigüedad en todas las culturas se celebraban los ritos de transición para niñas y niños, hoy casi que sólo se habla sobre el paso del niño a ser hombre, se ha relegado a algo sin importancia o incluso funesto un acontecer tan especial como lo es la menarca o primer sangrado menstrual. Actualmente sólo algunas culturas guardan el legado de la celebración del tiempo de luna.

Hoy nos corresponde desempolvar un legado vital, recordar las tiendas rojas, compartir con nuestras hermanas y permitir el legado generacional, porque celebrar el tiempo de luna en cada una es celebrar la vida misma.

La sangre es el líquido más preciado del cuerpo y de toda la que poseemos la más valiosa es la sangre menstrual, ese recubrimiento interno del útero que llamamos endometrio es la muestra viva de toda la vitalidad, la creatividad y el amor que en ofrenda podemos entregar…a la tierra, a las plantas, a nosotras.

Nos han enseñado que la sangre que derramamos cada mes es basura, que debemos ocultarla, que debemos emplear elementos para neutralizar su olor y evitar cualquier inconveniente o síntoma relacionado tomando unas pastillas y evitando ciertas actividades, incluso hay culturas en las que se considera impura a la mujer durante su luna. Revisando textos antiguos podemos constatar que si bien durante ese periodo las mujeres se recogían y no participaban de actividades con toda la comunidad, no lo hacían porque estuvieran impuras sino porque entendían que estaban en un momento mágico y renovador que requería una conexión especifica con el colectivo femenino y un aislamiento para fortalecer su ser y ofrecer de manera tranquila y gozosa su ofrenda de luna para sanar a la comunidad, mantener el equilibrio y la armonía de las relaciones en el planeta. Comprendían su esencia divina sagrada.

El paso de los siglos desdibujó el sentido mágico del ritual y lo convirtió en una excusa para desarticular el colectivo femenino, hacerle olvidar su poder y valor. Es el momento de reconectar cada una su ser profundo, escuchar el cuerpo, sentir cada movimiento, sentir cada cambio del ciclo pues así como la luna va cambiando la faceta que nos da, nosotras mujeres cada día tenemos una energía diferente que podemos aprovechar. Orgullosas de nuestras lunas podemos hacer labor de sanación en nosotras ya que cada síntoma que aparece es una señal para el cambio, para el aprendizaje y también realizar sanación en los demás sembrando nuestra luna.

Sembrar la luna es otra tradición que se ha diluido en los tiempos, otrora las mujeres eran sincrónicas con sus lunas y se reunían para ofrendar sus aguas rojas y fertilizar la tierra. Hoy la mayoría desconoce este ritual y su sentido trascendente, si quieres conectarte más con tu fluir sagrado puedes participar de este ritual.

Recoge tu luna y en un recipiente especial para ti disuélvela en un poco de agua y riega entorno a la planta que hayas escogido en un sitio especial en el jardín o en una matera de plantas ornamentales o medicinales y verás cómo la naturaleza misma agradece tu gesto. Ora con tu luna por tu cuerpo, tu salud y la salud de los otros y verás cómo el universo escucha tu plegaria, honra tu luna y honra tu útero y el útero que te gestó.

Si utilizas toallas higiénicas puedes retirar la parte central y hacer el ritual, sin embargo las toallas industriales y los tampones se demoran más de 500 años en descomponerse y adicionalmente contienen rayón, cloro  y asbesto que generan dioxinas perjudiciales para tu salud y al ser elaborados con materiales superabsorbentes agreden el microambiente de la vagina y resecan la piel.

Si quieres disminuir la huella ecológica que generas puedes emplear toallas femeninas lavables elaboradas en algodón o una copa lunar, ésta última viene en caucho o silicona y tienen una duración de 7-10 años; yo aconsejo las de silicona porque no generan alergias, hay personas que generan alergias tardías a materiales como el caucho y si presentas dermatitis o reacción a los condones es posible que las puedas presentar con una copa de caucho.

No desperdicies tu luna arrojándola a la basura, has ofrenda de vida y salud. Conéctate con tu útero, registra tus lunas y te sintonizarás más con la Madre Naturaleza.

Bendiciones en tu senda lunar.

Adriana Marcela
Luna Planetaria

lunes, 1 de febrero de 2010

APRENDER A AMAR EL HACER

Tu labor, aquello que emprendes y realizas a diario tiene el profundo sentido del hacer, por simple o complejo que éste parezca te permite ser.

Cada espacio de tiempo dedicado a la labor diaria se multiplica e incrementa tu conexión mente-corazón, pues amar lo que realizas enlaza pensamientos y sentimientos y la energía que se emplea se re-crea y expande ese amor que ilimitado, permite que podamos realizar cosas maravillosas.

Puede hacer un cambio en nuestro mundo, puede cambiar el mundo.
Ama tu labor, ama con quienes y para quienes la realizas.

Gracias Madre-Padre por cada día de labor.