jueves, 26 de mayo de 2011

MEDITANDO EN EL ÚTERO

En una posición cómoda, cierra los párpados, respira lentamente.
Siente cada parte de tu cuerpo, de la periferia hacia el centro de tu vientre mientras vas respirando pausadamente; con cada inhalación llevas luz verde/rosa a tu vientre y al exhalar centras tu atención en el pulsar de él,  en el pulsar de la vida que habita en ti, en el pulsar del amor que habita en ti.

Visualiza tu Útero junto con las (tus) trompas y los (tus) ovarios, lo recorres entero y te adentras en él.  Dices:  “Estoy dentro de mi útero, estoy dentro de mí… estoy en mí”, y observas, te observas.
Sigues respirando.

Eres tú útero el cual va creciendo, expandiendo y te permites crecer, expandirte, recrearte en ti y Ser. Respiras profundo.
Luego abres tus brazos al amor que eres y que te has de dar, abres tus brazos y se convierten en las trompas que voluptuosas ondean a lado y lado de tu útero, son tus puentes entre lo tangible y lo sutil:
Dices: “Soy el útero, soy mi propia fuente de creatividad y vida”

Permaneces allí, sintiendo el pulso sincrónico de tu vientre y tu pecho, tus dos corazones se enlazan y poco a poco ablandan la coraza que te ha protegido, que te ha resguardado. Pones tu mano izquierda en el pecho y la derecha en tu vientre. Has encontrado la fortaleza en ti, ya no necesitas la dureza. Visualizas tu endometrio (capa interna de tu útero) y aprecias tu cavidad interior, tu cueva de creación: “Gracias tejido de vida, gracias útero, gracias Madre”

Si hay alguna inflamación, colección o mioma e él en este momento centra la atención en el sitio donde se localiza y respira varias veces llevando luz verde o violeta a dicho sitio  nutriéndolo  con amor y agradecimiento pues te está mostrando un camino de aprendizaje. Pide que sea revelado el motivo de su presencia y agradece con cada inhalación, siente cómo se va disolviendo y saliendo con cada exhalación. Puedes repetir este paso cuantas veces sientas que lo requieres.
Sonríe desde tu útero.

Haces una pausa amplia en la inspiración y recorres nuevamente todo tu útero y trompas como espirales y al llegar a los ovarios exhalas en luz violeta agradeciendo el valor ancestral de tu linaje. Haces una nueva inhalación llevando la energía creativa vital de tu vientre al centro del útero, al centro de tu cueva de creación, allí haces una pausa reflexiva sobre los proyectos que tienes o deseas gestar y al exhalar llevas nuevamente esa energía creativa vital a todo el útero, trompas y ovarios.

Vuelve tu útero a su tamaño natural y en una inhalación profunda llevas la energía creativa vital de tu vientre a tus brazos, piernas, abdomen, cuello, cabeza, a todo tu cuerpo. En la exhalación sueltas aquello que sientes ha limitado la expresión de dicha energía. Puedes hacer este paso cuantas veces lo desees.
Respira profundamente. Varias veces.

Poco a poco eres  conciente del resto de tu cuerpo.
Agradeces el encuentro y lentamente abres los ojos.

Al finalizar la meditación si ha surgido alguna idea creativa, recordado algo pendiente por hacer o decir a alguien, regístralo y realízalo cuando te sientas lista.

Puedes hacer esta meditación cualquier noche, preferiblemente con cambio de fase lunar o con la expresión de tu luna (2º ó 3º día).

En  Amor, desde  mi  vientre creativo  para tí mujer

4 comentarios:

  1. Tengo un mioma que quiero desaparecer para poder procrear. Ahora que sé que es mi centro creativo, comprendo que debo aclarar muchas cosas. Gracias de verdad por esta maravilla.

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  2. Gracias tengo endometriosis y por concejo de mi psicóloga tengo que visualizar para mejorar mi enfermedad

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