Un encuentro donde conocí maravillosas mujeres.
Nos reunimos en Bogotá en el Hotel María Cano. Éramos más de 1200 mujeres, imposible conversar con cada una de ellas, e imposible también no ver la gran fuerza que de cada una de ellas emanaba. He visto los muchos rostros y cuerpos de mujer, cuerpos de dolor y de placer, rostros de alegría y esperanza, rostros de encuentro.
Nos reunimos para desatar, desnudar y reanudar juntas sobre diferentes provocaciones y temáticas.
La noche de celebración estuvo cargada de risas y carcajadas con la obra ganadora del concurso Feministómetro: Como ser Feminista y No morir en el Encuentro.
La lluvia acompañó muchas de nuestras jornadas. Decidí participar en la Pro-vocación de Autocuidado, protección y Feminismo. Muchas mujeres -la gran mayoría- dedicadas al autocuidado...de otras mujeres, se reconoció como algo muy frecuente que poco tiempo y energía se dedida al AutoCuido, por dedicar tiempo y energía a la causa de otras. Se reconoció como fundamental promover el autocuidado en cada una y entre todas. Se reconocieron los nudos de Culpa y Castigo, de Miedo y No Placer, del Sacrificio continuo como parte de la imposición del rol social. Mi Creatividad tuvo vuelo y tierra.
En aras de mi autocuidado estuve en yoga, digitopuntura y masaje...dormí bien, me reí bastante, me permití la pausa, conversé grata y variadamente y dí rienda suelta a mi creatividad.
El 25 participamos en la marcha por la no violencia hacia las Mujeres, junto a diversos grupos caminamos rumbo a la Plaza de Bolívar donde hubo polifonía y concierto. Durante la marcha muchas consignas, recuerdo algunas:
-Alerta, alerta, alerta que camina la Lucha Feminista por América Latina.
-Si tocan a una, nos tocan a todas.
-No más violencia contra las mujeres.
-Mi cuerpo es mio, y sólo yo decido...
El 26 conclusiones y últimas declaraciones, muchos compromisos de seguir el proceso ya encausado.
Apoyamos las causas de nuestras hermanas de Nicaragua y Argentina. El tema del aborto es candente y requiere diversas miradas; lo que sí tengo claro es que cada mujer tiene el derecho de decidir en su cuerpo sobre el placer, el sentir y el hacer. Ha quedado el compromiso para nuestras hermanas peruanas de organizar el siguiente encuentro.
En mi quedan muchos interrogantes luego de recibir grandes respuestas a las primeras inquietudes. Definitivamente mucho se ha andado en el camino de la visibilización de la violencia hacia las mujeres y en el trabajo en derechos humanos, sexuales y reproductivos, y mucho más queda por andar. Este trasegar seguirá trayendo grandes recompensas personales, políticas y sociales y será un Placer seguirlo... recorriendo.
Gracias a todas por todo lo vivido y aprendido. Que la Sororidad sea.
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