No hay Luz Sin Sombra...
No hay entrega sin dádiva.
No hay elevación sin profundidad.
Pretender que todo es luz niega una parte de Mi, una parte de Ti, una parte de Todo. Pretender que todo es Sombra oculta una parte de Tí, de Mi , de Todo.
Surge el día y con su elevación trae el Sol luminosidad, calor y activación. Con su decreciente caminar invita a la noche, a la Luna, a manifestarse trayendo oscuridad, recogimiento y reflexión. Ésta a su vez, con su creciente volar invita al día, invita al hacer. A unos los activa el Sol, a otros la Luna. Algunos se recogen con el Sol, otros con la Luna.
Esa es la maravilla de la Vida.
¿Qué sería de la vida sin los ritmos que pausados avanzan? ¿qué sería de la vida sin el movimiento que internamente se manifiesta externamente? Tal vez nada, tal vez todo.
En éste mi momento, nuestro momento, la polaridad se manifiesta, la polaridad se complementa.
Nos han enseñado a temer la oscuridad y tras ese temor se ha anidado un nuevo -o tal vez antiguo- temor...la luminosidad que naturalmente mana de cada Ser Sintiente. El mejor remedio para éste Temor o cualquiera...es el Amor. Amor Locura...que todo lo Cura.
Lo masculino no es Luz, lo femenino no es Sombra, todo contiene Todo.
Yo acepto mi Sombra, la acojo, la abrazo, la expando, la profundizo.
Yo acepto mi Luz, la acojo, la abrazo, la expando, la Elevo.
Has nido en Tí, que cobije tu sombra y tu Luz. Acógelas.
Y acepta las que en otros y otras habitan...pues... No hay Luz sin Sombra.
AMARA
Adriana Marcela
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