En 1979 el Dr Caldeyro Barcia expuso en un simposio en Tokio su ponencia: Bases Fisiológicas y Sicológicas para el Manejo del parto Humanizado en la que expuso sus hallazgos luego de estudiar lo que se hacia en un parto natural. Encontró que varias de las acciones que se realizaban en la atención hospitalaria para facilitar y acelerar los partos realmente no lo estaban haciendo.
Expuso que prácticas que se han tornado rutinarias como la rasuración del vello púbico, la administración de oxitocina y sedantes, la episotomia (corte en entrada vaginal) y la posición horizontal se han estandarizado para facilidad del médico y personal de salud y no para la comodidad de la madre y su criatura.
Varios han sido los estudiosos del tema -la mayoría hombres- pero aun hoy se siguen realizando prácticas innecesarias que si bien han disminuido -no en forma significativa- los riesgos de infecciones y mortalidad neonatal adicionalmente están generando impactos emocionales de miedo y separatividad de la simbiosis madre-criatura.
Las comunidades ancestrales e indígenas han vivido de manera más humana, más respetuosa los partos de sus mujeres, como los colectivos de mujeres generadoras de alegría y calma en momentos de gran movimiento de energía y aguas.
Sabemos que el conocimiento y la actividad física destruyen el temor y alivian la tensión (Grantly Dick Read), que prepararse en un entorno agradable y compartiendo con otras mujeres (Lamaze) y ciertas posturas y manejos del entorno favorecen el proceso natural del parto (Odent), que la disminución de estímulos ayuda a la madre y protege a la criatura (Leboyer), que un parto natural y en casa es la mejor opción para la mujer (toda madre que ha parido hijos en ámbito hospitalario y en casa).
Sabemos todo eso y más, pero la sociedad misma no le facilita a la madre, a la pareja gestante entornos familiares para la labor de parto. Es posible integrar los avances de la ciencia con la sabiduria de lo antiguo y tener casas de parto amigas de la mujer. Es posible hacer preparaciones que liberen del miedo y el dolor a la mujer antes de iniciar labor. Es posible que el bébe nacido sea mantenido el mayor tiempo posible y sin vestiduras ajenas a la piel junto a su madre. Es posible valorar en mejor modo la placenta que ha sido compañera fiel en la gestación. Es posible hacer más participe al hombre-padre en este proceso. Es posible estimular el pinzamiento tardío del cordón y la lactancia inmediata. Es posible eso y mucho más. Es posible parto humanizado. Es posible nueva humanidad parida. Sólo se requiere mujeres y hombres renovados y vínculos entrañables. sólo eso.
Soy mujer. Soy médica. soy promotora de concepción y gestación consciente, parto placentero y lactancia exclusiva. Soy la diferencia que quiero ver en el Mundo.
Y tú?
Ponencia completa del Dr Barcia:
http://www.clap.ops-oms.org/web_2005/BOLETINES%20Y%20NOVEDADES/EDICIONES%20DEL%20CLAP/CLAP%200858.pdf
Libros REcomendados:
-El bebé es un mamífero Michel Odent
-Parto sin temor Grantly Dick-Read
-Pariremos con Placer Casilda Rodrigañez
-Guía de la Mujer Consciente para un parto mejor Henci Goer
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